jueves, 21 de febrero de 2013

De Bukowski y la Absenta

Cuando tenía 14 años leí mis primeros versos de Bukowski. Le robaba a mi hermano sus libros de la estantería del cuarto, por la noche, cuando él quedaba con su novia, o aprovechaba las mañanas cuando ya se había ido a trabajar y a mí me faltaba poco para irme al colegio. Cogía el libro “Peleando a la contra” de Bukowski que tenía perfectamente visualizado el lugar que ocupaba en la estantería y se lo mangaba durante todo el día. Lo llevaba bajo el brazo, mostrando su portada, creyendo que la gente reconocía la cara de Bukowski y así al verlo, pensarían que yo era igual de duro, borracho y fracasado.

Tal fue la locura que me dio con este escritor que empecé a fumar, veía vídeos de internet en los que salía él para tratar de imitar su forma de andar, e incluso llegué a imaginar que tenía acné como cuando Bukowski era adolescente y se reían de su careto en el colegio y le metían palizas y no se quejaba. Yo deseaba ser así, que me dieran una paliza los de clase y cerrar la puta boca sin quejarme de un solo puñetazo recibido. Seguí los pasos de su poema “Consejo amistoso a un montón de jóvenes” y leí La Biblia, partí mi cabeza con un hacha, maté a mi jodido perro, me dejé barba, empecé a masticar sólo por el lado izquierdo de la boca y a lavar mis dientes con gasolina, me presenté al Alcalde de mi pueblo y teñí de azul esos zapatos que me compró mi vieja y que nunca me gustaron.

Bukowski bebía cerveza,whisky, ron, y absenta, como todo poeta maldito, aquel manjar de color verde conocido como la cocaína del S.XIX. Os mentiría si digo que bebo absenta para tuitear y también si os digo que la probé cuando tenía 14 años. Sólo la probé una vez (en la feria de un puto pueblo de cuyo nombre me podría acordar pero no me sale de los cojones) y ya a una edad avanzada, dos chupitos largos, y según bajaba aquel fuego líquido por mi garganta, ya había decidido no beber jamás esa maldita mierda que su sabor sólo me recordaba al clásico anís del mono con el que en navidades el miembro de la familia más estúpido se dedica a aporrear la botella con un cubierto para acompañar cualquier villancico. Cuando me siento un perdedor me gusta imaginar que bebo absenta del grifo del baño de mi casa, sin parar, hasta entrar en estado de trance y empezar a escribir cualquier cosa que me haga inmortal.

@HoldenCenteno

22 comentarios:

  1. Excelente entrada. Saludos desde México.

    Atte: Un bohemio empedernido

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    1. Muchas gracias Jorge, ya puedes leer una nueva entrada. Saludos.

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  2. Oh, maldito Bukowski...
    Yo, heme aquí con 17 años, 18 el sábado, empezando a gozar en secreto de las letras del maldito viejo borracho. Tú soñando con ser como él, y yo soñando co reconocer a los tipos cómo él para salir huyendo al instante de una terrible autodestrucción a la que llaman 'amor'. ¿Y quién no querría ser un narcisista alcohólico para dejar de sufrir los males de la sociedad, sus afectos e hipócritas relaciones?

    Es todo un placer leerte, Holden.

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    1. Un placer que me lea,

      Disfrute de su cumpleaños.

      Saludos,

      @HoldenCenteno

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  3. Conecto mucho con esta entrada por una cosa: siempre me he sentido mal por pensarlo, y de hecho nunca jamás lo he dicho en voz alta a nadie (me daba cuenta de que era algo estúpido y aún más: ingrato) pero siempre he deseado una vida más difícil o incluso desgraciada de la que tengo. Es decir, desde muy joven (14 años) he deseado ser escritora... Al principio me valía escribir mis cuentos de fantasía con dragones y hadas de por medio, pero con el tiempo, al menos en mi caso, ambicionas más y empiezas a ver la escritura como un vehículo para la inmortalidad. Era entonces cuando me empezaba a apasionar por los clásicos y a indagar por sus autores y querer saber sobre sus vidas... Muchos de esos genios habían germinado en tiempos difíciles y ajetreados como en guerras, otros tantos habían lidiado con la miseria, otros se dedicaban a la autodestrucción... Por muchas desgracias que abundaran en las líneas de su biografía a mí me parecían vidas apasionantes, de esas que te sacuden totalmente, de esas que se inhalan y se exhalan con intensidad. Y si el legado de tan espinosas experiencias era una obra como la que tenía en mano, ¿realmente era un alto precio por la eternidad? La vida no está exenta de sufrimiento, eso es un hecho. Pero saber canalizarlo y escribir (o pintar, me da lo mismo, ya me estoy refiriendo a artistas en general) una obra con la que conectarán miles de vidas... ¡Qué magia! Y yo soy de las que creen que no existe inspiración más honda que la que hay en la crudeza de la vida. Yo creo que cuando estás tocando fondo, a veces deseando elevarte y otras veces queriendo convertirte en polvo, es cuando de verdad estás sincronizado con la verdad. Y la mayoría de los artistas más excelentes siempre habitaban en los márgenes del abismo. Y precisamente por la honestidad que absorbieron de ese trance es porque sus obras son imperecederas. Porque fueron honestos, no quisieron escondernos nada.

    Y por eso me decía: yo puedo ser honesta, pero, ¿sobre qué puedo ser honesta? ¿Sobre las capas superficiales de la vida? (pocos eligen por voluntad sumirse en los pliegues de la vida, allí no es tan fácil contentarse).

    En fin, mis inquietudes demenciales y eso.

    ¡Un abrazo!

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    1. Brillante reflexión. Eternidad, inmortalidad, palabras. Para todo eso hay que pagar un precio muy caro.

      Un abrazo, amiga.

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  4. De modo que estos son tus comienzos..
    Me hace gracia que comiences con este fanatismo adolescente royo John Boy, porque es algo que yo no viví, pero que me has transmitido tan bien que, ya te digo, me ha sacado una sonrisa. Y hoy no estoy de sonrisa fácil..
    La inspiración...hago teatro y cuando estudias personajes, cuando inventas una vida para ellos y los haces tuyos, necesitas de esa inspiración. Estudiando vidas de autores me di cuenta de que la mayoría han tenido una infancia dura y han sufrido por amor, lo que me llevó a pensar que sólo el dolor te hace saborear la felicidad y que para conseguir dicha inspiración tenía que inventar una vida anterior a la obra para el personaje. Así todos mis personajes tienen una dolorosa historia llena de destellos de felicidad. Aunque, ahora que lo pienso, igual sólo quiero que se parezcan a mí.

    En fin, gracias en especial por esta entrada, porque sin ella no estarían las demás. O sí.

    Pilar

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    1. Opino que el fanatismo adolescente a Bukowski no tiene nada que ver con John Boy, un personaje inexistente que tan sólo hace música. Ojalá todos los adolescentes fuesen fanáticos de escritores y no de pringad@s.

      Me alegro que le haya gustado la entrada y que haya sacado una sonrisa. Los personajes, en la vida real y ficticia, son mejores si han vivido historias llenas de dolor y llevan sus cuerpos repletos de heridas.

      Gracias por leer Pilar,

      Un saludo

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  5. Te he preguntado sobre Bukowski y aquí estoy, con tu ''opinión''. Cuando empecé a leerle también fue a escondidas. 'Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones' no es el libro que una madre quiere que su hija lea, tal vez. Bebí, fumé y follé en su nombre, la parte del rechazo escolar la llevaba ya de casa y la verdad es que es un conjunto patético, sin dejar de ser agradable dentro del círculo vicioso en el que se entra. Una especie de autodestrucción degradante, incluso sucia.
    Me gustaría saber que piensas de su forma de escribir, que muchos tachan de vulgar o grosera, pero que a mi parecer es inquietante sin dejar de ser espléndida. Aunque imagino que debe de gustarte, por como hablas de él, no sólo contenido.
    Perdón por hacerte perder el tiempo, te dejo un tema de alguien que nos gusta, porque sí. http://www.youtube.com/watch?v=NY9BtBiUUG8

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    1. Escribe con sinceridad, sencillez y profundidad. Opino que hay que escribir así.

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  6. Todo lo que empieza un 21 de Febrero es una fiesta!!

    FDO: Anónimo, aunque tu puedes llamarme Apolonimo

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    1. Soy una dispersa de la vida. Me he enterado hoy por casualidad de tus historias, y me encantaría leerlas. Empieza aquí?

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  8. Cuando ojeo el periódico siempre empiezo por el final. Con tu historia también empecé por el mismo sitio: comprando dos unidades de LcdLP (pero ninguna para mí) y todo después de escuchar la entrevista en Radio 3. Con tu blog, aunque a destiempo, lo haré desde el punto de partida y al mismo tiempo me haré una lista de "recomendaciones". Para hoy apuntaré leer a Bukowski.

    Saludos desde el sur,

    @saulache

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    1. Yo también leo el periódico empezando por el final; me parece más llevadero. Gracias por comprar dos ejemplares. Espero que disfrutes de todo estto.

      Un abrazo de aquí al sur,

      Centeno

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  9. Ups.! Joder Guardián...No podía empezar mejor.
    Entre la entrada de Antonio que me había perdido hasta hoy, y cómo empieza este blog, me reafirmo en que hay cosas que deben ser empezadas por el principio.
    No me suele molar lo yankee, asi en general, pero Bukowski y Foster Wallace son dos de mis excepciones. Enhorabuena una vez más.
    AL

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  10. De Bukowski leí "Factotum", para cumplir con los designios de un club de lectura. No me atrae mucho ése tipo de literatura ni autores. Para mí, el mayor aporte de éste hombre es escribir así en la época que lo hizo, abriendo paso y marcando generaciones posteriores.
    Lo más cercano a escritores "malditos" que he practicado es de Panero o Lizano, muy distantes entre sí pero malditos ambos para las letras españolas.

    Un día le dije que comentaría todas sus entradas: empiezo.

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