La naturaleza de las personas es sencilla y fácil. La cabeza
humana ya es otro asunto. La puta cabeza es la bomba atómica más peligrosa y
complicada que haya existido en la historia de la humanidad y a lo largo de
todos los siglos nos hemos convertido en auténticos expertos en utilizarla para
lo incorrecto; para hacer daño a las personas que queremos y a las que odiamos,
para autodestruirnos y destruir historias que pudieron ser perfectas e incluso
para ser capaces de morir en vida.
A pesar de que tengamos una bomba atómica sobre los hombros,
como decía al principio, las personas son sencillas y fáciles. Quiero decir con
ello que podemos ser felices con muy poco. Hace años descubrí que las cosas que
me hacen feliz están al alcance de mi mano. Descubrí que puedo ser feliz
cagando mientras leo el periódico del día y que no hay felicidad tan grande
como la de pasear por el centro de la ciudad sin conocer el nombre de las malditas calles, a
pesar de llevar toda la vida recorriéndolas. También descubrí que soy feliz
cuando voy a comer a un fast-food o cenando la tortilla de patatas que prepara mi
madre. Puedo ser feliz haciendo la compra en el supermercado y recorriendo una
línea de metro que me lleve a una cita perfecta.
Descubrí que puedo
ser feliz descubriendo grupos de música y que no hay emoción más grande que la
de volver a escuchar una canción que hacía tiempo habías olvidado, darle al
“Play” y ser capaz de transportarte a un momento determinado de tu vida y que
el cerebro te permita oler lo que olías en aquella época y sentir como sentías
en aquellos días que creías que ya habían muerto y sin embargo te equivocabas,
y ahí siguen, en lo más profundo de ti.
Descubrí que no hay nada más potente que descubrir que
siempre te quisieron a pesar de ser un completo fracasado y fallar día tras día
a esa persona que sólo quiso explotar tu bomba atómica para hacerte feliz,
feliz como nadie, y sin embargo sigues engañado, pensando que leer literatura mientras cagas, te hace feliz.
@HoldenCenteno
@HoldenCenteno
Me gusta lo que piensas, pero creo que no termino de entender tu último párrafo...
ResponderEliminarNi yo mismo me entiendo a veces. Te invito a que lo vuelvas a leer.
EliminarSinceramente, me quito el sombrero que llevo puesto en mi bomba atómica ante tu blog.
ResponderEliminarYo me quito mi gorra de caza que cumbre mi bomba atómica ante tus palabras.
EliminarGracias Jesús.
Mi bomba atómica y yo le felicitamos y por supuesto, seguiremos. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti y a tu bomba atómica.
EliminarYo soy feliz cagando mientras leo su blog.
ResponderEliminarMe alegro.
EliminarEnorme! Un abrazo
ResponderEliminarMil gracias, amigo!
EliminarHoy justo cuando llegué y mi bomba fue activada me diste un código de desactivación y creí en lo que dices "recordar como ser feliz" y quiero serlo todos los días y al igual te deseo la felicidad que mereces ....Saludos de parte de alguien a quien has hecho mucha ayuda
ResponderEliminarHoy justo cuando llegué y mi bomba fue activada me diste un código de desactivación y creí en lo que dices "recordar como ser feliz" y quiero serlo todos los días y al igual te deseo la felicidad que mereces ....Saludos de parte de alguien a quien has hecho mucha ayuda
ResponderEliminarTengo la certeza de qué hablar por boca de otros algo que yo pienso es más acertado, sencillamente porque, de seguro, lo hicieron mejor y, lo más importante, antes.
ResponderEliminarLuego me enteré que éso es citar a alguien; la cita sería: "How fortunate the man with none", de Dead Can Dance.
Ande, dele al "Play".